El 13 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Trombosis, una fecha destinada a crear conciencia sobre la importancia de reconocer y abordar la enfermedad tromboembólica venosa (TEV). En un mundo donde una de cada cuatro personas fallece debido a afecciones relacionadas con la trombosis y donde el 60% de los coágulos venosos se desarrollan después de una hospitalización, es crucial sensibilizar a la población sobre esta problemática.

La TEV engloba dos condiciones médicas de gran relevancia: el Tromboembolismo Venoso Profundo (TVP) y la Embolia Pulmonar (EP). El primero se origina cuando se forman coágulos dentro de las venas profundas del sistema circulatorio, con mayor frecuencia en las extremidades inferiores. Estos tienden a permanecer en su lugar de origen, pero con el tiempo pueden desplazarse a otras áreas, lo que puede dar lugar a complicaciones. La doctora Claudia Albarán, gerente médica del portafolio cardiovascular para Sanofi, explicó que no debe confundirse con la tromboflebitis superficial o las conocidas “arañitas”, que son propias de la circulación venosa superficial.

La segunda condición médica, la EP, representa la complicación más grave del TVP. Se produce cuando una parte del coágulo se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo hasta llegar a los pulmones, causando un bloqueo en la circulación pulmonar. Si el coágulo es de pequeño tamaño, con el tratamiento adecuado, es posible que la persona se recupere de una EP. No obstante, esta condición puede dejar secuelas significativas.

“El embolismo pulmonar es una condición que puede llegar a ser fatal si no se aborda a tiempo y de manera adecuada. Los síntomas característicos incluyen tos, dolor u opresión en el pecho acompañado de dificultad para respirar o respiraciones cortas, sudoración, palpitaciones y aumento de la frecuencia cardíaca”, señaló el especialista.

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, aproximadamente la mitad de los pacientes con trombosis venosa profunda pueden no experimentar ningún síntoma. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas en la zona afectada del cuerpo, como hinchazón, dolor o enrojecimiento de la piel. En cuanto a la EP, es importante destacar que puede ocurrir sin que se presenten los síntomas típicos de la trombosis venosa profunda.

Los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de que un paciente desarrolle un TVP son variados y abarcan una amplia gama de situaciones y condiciones. Según la Dra Albarán, existen casos en los que los pacientes tienen enfermedades subyacentes, como deficiencias en proteínas y factores clave para el adecuado funcionamiento de los componentes sanguíneos. Sin embargo, también hay factores adquiridos que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un TVP, que incluyen edad avanzada, obesidad, traumatismos, cirugías importantes, pacientes con cáncer… entre otros.

La especialista enfatiza la importancia de que los pacientes que se someterán a cirugías sean evaluados por su médico tratante para determinar si presentan algún riesgo de desarrollar una TVP durante o después de la cirugía. Además, señala que los factores de riesgo para la embolia pulmonar son similares a los del TVP, y los pacientes con antecedentes de estas condiciones tienen un riesgo aún mayor de desarrollar esta complicación. Por tanto, es fundamental la identificación y gestión adecuada de estos factores de riesgo en la atención médica.

En la actualidad, se dispone de diversas pruebas para el diagnóstico de la trombosis venosa, tales como la medición de los niveles de dímero D en la sangre, la ecografía dúplex, la venografía y las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética.

"Es crucial que las personas que padecen esta afección sigan estrictamente el tratamiento prescrito por su médico. Además, es posible que necesiten someterse a análisis de sangre de forma regular. Acompañando estas medidas, es importante evitar permanecer en la misma posición durante largos períodos y abstenerse de fumar", concluyó la especialista.

Dentro de los hospitales en Centroamérica y el Caribe, los médicos están entrenados prevenir el desarrollo de TVP o EP en sus pacientes hospitalizados. En consonancia con el compromiso de mejorar la atención médica, Sanofi se esfuerza por fortalecer estas medidas preventivas y al mismo tiempo, anima a la población en general a programar visitas regulares con su médico de confianza.